Crónica de una Misa Diabla de mier...coles

Después de realizado el viaje a Otuzco y ya casi para despedirnos, Troyana y Corazón, mis amigos y compañeros de viaje, me invitan para ir a la Chaska Bar, para una performance llamada “La Misa Diabla” del poeta casagrandino David Novoa.

Es así como me alisté aquel miércoles para asistir al evento organizado por el vate trujillano César Olivares que es un poeta de miércoles.

Fuimos temprano (la cita era para las 7:30) los tres amigos, los tres cosa seria acompañados de la risueña Kerly (empanadita).

En los exteriores del recinto y ya apostados para entrar; David Novoa y el "Chupo" de Demencia nos adelantaban lo que iba a ser el espectáculo cantando una canción que nos advertía que “nada importa en esta vida pues todos vamos a morir…”.

Ya situados en nuestros asientos, la escenografía nos daba la bienvenida con toda la mística de David Novoa impuesta en ella, así mismo David maquillado como un demonio y vestido como un curandero, dialogaba con una cabeza demoníaca (el chupo), situada en la mesa sagrada; todo esto acompañado de las melodías del teclado.

La Misa Diabla había comenzado, haciéndonos ver que somos “unos hijos de la tecnología, que somos unos hijos del putrefacto semen de Caín” (oh yeahhh) y así siguió el diablo proliferando sus más logrados versos mientras todos los presentes mismos pezweones del Facebook nos quedábamos asombrados escuchando y viendo el espectáculo cultural.

Ya terminada la Misa Diabla, el proyector de la escenografía nos llenaba de un sentimiento único hacia lo nuestro, hacia nuestros antepasados.

En conclusión, la performance estuvo endiablada y endiablado quedo nuestro espíritu, espíritu que ahora se ha encaprichado por asistir cada miércoles a la Chaska para escuchar poesía de miércoles, porque somos gente de miércoles que se reúne con poetas de mier… coles.